La primera imprenta en Lleida se estableció en 1479, sólo tres décadas después de la invención de la imprenta por Gutenberg. Fue impulsada por Enric Botel, un impresor activo también en Barcelona.
El primer libro impreso en Lleida fue el Breviarium Ilerdensis (o Breviario de Lleida), publicado en 1479 por Henricus Botel y Johannes Rosenbach. Se trata de un libro litúrgico destinado al uso eclesiástico de la diócesis de Lleida.
Henricus o Enric Botel fue uno de los primeros impresores activos en Cataluña durante el siglo XV. Originario posiblemente de Alemania o con formación centroeuropea, trabajó inicialmente en Barcelona antes de establecerse en Lleida.
Enric Botel introdujo la tecnología tipográfica en Lleida, convirtiéndola en una de las primeras ciudades de la Península Ibérica con actividad impresa. Su labor contribuyó decisivamente a la difusión del libro y del conocimiento en un momento clave de transición entre la copia manuscrita y la imprenta moderna.