San Jorge fue un soldado romano nacido entre finales del siglo II y principios del III d. C., probablemente en Capadocia (actual Turquía) o en Lydda (actual Israel). Servía en las filas del emperador Diocleciano, en una época en la que el cristianismo todavía era perseguido. Jordi se negó a renunciar a su fe y por ese motivo fue torturado y ejecutado en torno al año 303.
Su martirio le convirtió en una figura de gran devoción entre los primeros cristianos. Fue reconocido como santo por la tradición popular mucho antes de que existiera un proceso formal de canonización como lo entendemos hoy. Ya en el siglo V, se le veneraba como santo, y su devoción se extendió rápidamente por Oriente Medio, Europa y África. Algunos han querido buscar el origen de San Jorge en mitos anteriores basados en la lucha entre el bien y el mal, como por ejemplo del dios egipcio Orus matando a Seth. Por el momento no hay base más que ciertas semejanzas.